Miércoles, 25 de mayo de 2022- Oración ESO y Bachillerato

   Empezamos nuestra oración haciendo silencio por dentro y por fuera, que nada ni nadie nos distraiga en este momento tan importante.

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios.

Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos despacito… (3 veces)

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…

De los Hechos de los Apóstoles: (1, 12-14):

Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte de los Olivos, que dista de Jerusalén tan sólo un camino de sábado. Cuando llegaron, subieron al piso superior donde se alojaban: Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago de Alfeo, Simón el Zelota y Judas de Santiago. Todos ellos, con algunas mujeres, la madre de Jesús y sus parientes, persistían unánimes en la oración.

En este texto, que nos va a servir para nuestra oración de la mañana de varios días, nos vamos a fijar hoy en que María, con otras mujeres y los discípulos, estaban reunidos para orar juntos. Piensa cuántas veces te cansas tú de orar, cuándo te acuerdas de dirigirte a Dios. ¿Quizás sólo cuando las cosas te van mal?¿Quizás sólo para pedir? Cuéntale cuándo te acuerdas de Él, y dile qué podrías hacer para cuidar la oración un poco más, para, como María, su Madre, ser fieles a la oración. Quizás puedas acordarte del Señor y dedicarle una palabrita al final del día, quizás puedas cuidar más el silencio y la atención en este momento de oración que tenemos cada día antes de empezar las clases...

Le pedimos, también, que a nosotros nos haga personas de oración, diciendo juntos: Dios te salve, María...

Terminamos la oración EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…