ORACIÓN de la MAÑANA - ESO y BACHILLLERATO_viernes, 26 de abril de 2024

Viernes, 26 de abril de 2024

Empezamos nuestra oración haciendo silencio por dentro y por fuera, que nada ni nadie nos distraiga en este momento tan importante.

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios. Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos poco a poco, despacio… (3 veces).

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…

 

Comenzamos el día con un fragmento del Evangelio de San Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.

Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo».

Hoy el Evangelio nos recuerda la importancia de nuestros actos en el mundo; de ser sal y luz.

Ser sal y no permitir que el mundo en que vivimos sea un lugar soso, sin sabor y gris en que la vida es monótona y falta de alegría.

Ser luz e iluminar nuestra realidad, intentar que la injusticia, la oscuridad, desaparezcan y todos podamos vivir en un lugar más justo y amable.

San Mateo nos advierte: “Tampoco se mete enciende una lámpara para meterla dentro de un celemín”. Es decir, ¿de qué sirve tener Fe, ser feliz o estar en paz con uno mismo si no compartimos esa alegría con los demás?

Terminamos la oración poniendo en presencia del Señor una situación en que podamos ser sal y luz para los otros.

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…

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