ORACIÓN DE LA MAÑANA (EI, 1º Y 2º EP) - 18 DE OCTUBRE
¡Buenos días!
Nos
serenamos, hacemos silencio por dentro y por fuera, no permitas que nada ni
nadie te distraiga en este momento tan importante.
Vamos
dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra
espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es
regalo de Dios.
Cerramos
nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire,
lo soltamos despacito… (3 veces)
Cae
en la cuenta de que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y
esperando que también lo escuches a Él.
Y
ahora, que nos encontramos tranquilos y serenos, podemos comenzar nuestra
oración de la mañana:
EN
EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…
Comenzamos la oración de la mañana con este cuento que se titula “Alicia buscando a Dios”
Un día, una niña
llamada Alicia pensó: “Quisiera conocer a Dios. ¿Dónde lo podré
encontrar?”.
Dios escuchó su
pregunta y a la mañana siguiente le regaló un bello amanecer. Pero Alicia no le
dio importancia.
En el colegio, le
preguntó a la profesora de religión y ella le respondió:
– Dedica
todos los días unos minutos a estar en silencio y sentirás a Dios.
Alicia lo intentó,
pero no lo consiguió, pues le gustaba mucho hablar.
Dios deseaba que
Alicia lo encontrara, así que siguió enviándole señales de su presencia. Una
tarde, unos pajaritos se posaron en su ventana y comenzaron a piar una bella
melodía, pero Alicia estaba tan distraída jugando que no los oyó.
Salió a pasear al
parque y entró en una iglesia. Pero allí sólo vio imágenes inmóviles que no
hablaban, y se marchó de allí.
Cuando llegó a su
casa, su madre se acercó y le dio un beso. Alicia no se dio cuenta; estaba muy
ensimismada pensando en cómo podía encontrar a Dios.
Esa misma noche se
acostó muy triste porque le parecía que era imposible encontrarse con Dios.
Pero mientras dormía, Dios le dijo en sueños:
– Alicia, hoy
te he enviado muchas señales: el bello amanecer, los pajaritos, la iglesia y el
beso de tu mamá. Todos son regalos para que te puedas encontrar conmigo.
Al día siguiente,
Alicia sintió un cambio muy importante en su interior. Al fin lo había
encontrado. Sintió que Dios estaba en su corazón, en las personas cercanas y en
la naturaleza.
Jesús, te pedimos
que nos ayudes a descubrirte en las pequeñas cosas de cada día.
Terminamos
la oración rezando todos juntos… DIOS TE SALVE, MARÍA,,,
Beato
Marcelo Spínola, acompáñanos en nuestro caminar.
María,
Virgen de Loreto, llévanos a Jesús.
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