ORACIÓN DE LA MAÑANA (EI, 1º Y 2º EP) - 21 DE NOVIEMBRE

  

Empezamos nuestra oración haciendo silencio por dentro y por fuera, que nada ni nadie nos distraiga en este momento tan importante.

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios.

Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos despacito… (3 veces).

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…

Ayer, 20 de octubre, celebraba la Iglesia el día de DOMUND, domingo mundial de las misiones. Comenzamos la semana orando por aquellos que dan su vida para que otros conozcan a un Dios que es cercano a todos.

Vamos a pensar un poco en el cartel (el profesor cuelga el cartel en un lugar visible en el aula):

¿Qué actitud muestran las personas que aparecen en el cartel? ¿Por qué crees que se sienten así?

¿Cuál es el Banquete al que se les está invitando? ¿Aparece en el cartel?

¿Sabes lo que es un misionero? 

Es una persona que dedica su vida a ir a lugares difíciles y lejanos para invitar a quienes no puede llegar la invitación de otra forma a un banquete, a una fiesta.

El Papa nos recuerda en estos días que es el momento de dar gracias a Dios por la vida de todos los misioneros. 

Hoy, escuchamos ahora el testimonio de Álvaro Rodríguez Jover, misionero claretiano, que explica lo que vivió en Zimbabue como recién llegado:

Me quedo con lo que me ocurrió al poco de llegar, cuando fui a pasar el Triduo Pascual a Zhomba. Yo iba a quedarme en la residencia de la comunidad, pero al llegar uno de los misioneros me invitó a ir con él a uno de los centros de la misión. 

Pensaba que íbamos a ir en coche. Y así hubiera sido, si no fuera por la lluvia que hizo impracticable el camino. Fuimos caminando, unas cuatro horas, y llegamos antes de comer a nuestro destino. Nos aseamos, comimos algo y nos preparamos para celebrar el Jueves Santo. 

He de decir que estuve muy a gusto, pero que me llamó la atención la poca gente que había en la celebración. Y me pregunté, con mi mentalidad utilitarista, si merecía la pena esa caminata e ir tan lejos para “cuatro gatos”. Tampoco es que me hiciera mucho problema, pero fue de esas veces que te da por cuestionar las cosas.

Tras la misa, el misionero me fue presentando a la gente. “Este es que aquí..., se llama así..., es catequista..., etc.”. Y me presentó a un señor, tendría unos setenta años o más, que había andado más de 25 km para venir a la celebración. Entonces me dio vergüenza haber tenido esos pensamientos y me quedé maravillado ante la fe de aquel hombre. A veces decimos que ese tiene mucha fe o poca. ¿Cómo se mide la fe? Resulta difícil decirlo, pues solo Dios puede juzgar el corazón de cada uno. Pero, si se pudiera medir con precisión, para mí está claro que la fe se mediría en kilómetros. ¿Tendría yo esa fe para caminar tantos kilómetros para celebrar la eucaristía?

¿Cuántos kilómetros estarías dispuesto a caminar tú para invitar a una fiesta?

Terminamos con la oración del DOMUND:

Señor, ¿a quiénes nos falta

por invitar a tu fiesta?

Guía nuestros pasos hacia ellos

e "inspíranos el gesto

y la palabra oportuna",

para que puedan descubrirte

a través de nuestra cercanía,

nuestra ternura, nuestra compasión

y nuestro anuncio de esperanza.

Te pedimos de un modo especial

por todos los misioneros y misioneras

que te anuncian entre los más pobres.

Haz que juntos, ellos y nosotros,

apoyados en la oración, pegados a Ti,

llevemos incansablemente al mundo

tu invitación al Banquete de la fraternidad,

al que nos congrega cada domingo

y al que no tendrá fin, en el cielo.

Santa María de la fiesta de bodas,

ruega por nosotros. Amén.

Le damos gracias a Dios por todas las personas que se atreven a salir cada día a los cruces de los caminos para invitar al banquete.

Para que los misioneros como Álvaro puedan seguir recorriendo caminos para invitar a la fiesta en que la gente pueda conocer a nuestro amigos Jesús, necesitan que les demos nuestra ayuda. Por eso, os vamos a repartir un sobre, para que podáis ayudarles económicamente. Podéis devolver el sobre al tutor durante la semana y se lo haremos llegar a los misioneros.

Beato Marcelo Spínola, acompáñanos en nuestro caminar.

María, Virgen de Loreto, llévanos a Jesús.