ORACIÓN DE LA MAÑANA (ESO Y BTO) - 21 DE OCTUBRE

Empezamos nuestra oración haciendo silencio por dentro y por fuera, que nada ni nadie nos distraiga en este momento tan importante.

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios.

Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos despacito… (3 veces).


EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…

Ayer, 20 de octubre, celebraba la Iglesia el día de DOMUND, domingo mundial de las misiones. Comenzamos la semana orando por aquellos que dan su vida para que otros conozcan a un Dios que es cercano a todos.

Mientras el alumno que está sentado más cerca de la mesa del profesor cuelga el cartel de este curso, vamos a poner nuestros ojos en el lema de este año: “Id e invitad a todos al banquete”. Para escoger este lema el Papa se inspiraba en la parábola que ahora vamos a escuchar:


Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14:

En aquel tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir.

Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda'. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron.

Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Luego les dijo a sus criados: 'La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren'. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados.


Sigue mirando el cartel y piensa en la parábola “id a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, invitadlos a la boda”.

¿Cuáles son hoy en día los cruces de los caminos? ¿Quiénes son aquellos que no pueden participar del banquete porque no han recibido la invitación? ¿Qué actitud muestran las personas que aparecen en el cartel?

Nos recuerda el Papa Francisco que TODOS somos enviados a anunciar el Evangelio a TODOS como una invitación, nunca como una imposición. “Aún hoy, en un mundo desgarrado por divisiones y conflictos, el Evangelio de Cristo es la voz dulce y fuerte que llama a los hombres a encontrarse, a reconocerse hermanos y a gozar de la armonía en medio de las diferencias”. 

El Papa nos recuerda también que en estos días es el momento de dar gracias a Dios por la vida de todos los misioneros cuyo compromiso con el Evangelio, con invitar al Banquete, se convierte en una opción de vida radical que les lleva a contextos complejos en que no existen las comodidades. 


Escuchamos ahora el testimonio de Álvaro Rodríguez Jover, misionero claretiano, que explica lo que vive en Zimbabue:

Desde que llegué he tenido que ir adaptándome a horarios, ritmos de vida y a todo lo que conlleva otra cultura. No ha sido difícil, aunque aún me queda por hacer. Si me preguntas qué es lo más difícil, te respondo rápido: la lengua. 

¿Qué he aprendido en este tiempo? Mucho. Me quedo con lo que me ocurrió al poco de llegar, cuando fui a pasar el Triduo Pascual a Zhomba. Yo iba a quedarme en la residencia de la comunidad, pero al llegar uno de los misioneros me invitó a ir con él a uno de los centros de la misión. 

Pensaba que íbamos a ir en coche. Y así hubiera sido, si no fuera por la lluvia que hizo impracticable el camino. Fuimos caminando, unas cuatro horas, y llegamos antes de comer a nuestro destino. Nos aseamos, comimos algo y nos preparamos para celebrar el Jueves Santo. 

He de decir que estuve muy a gusto, pero que me llamó la atención la poca gente que había en la celebración. Y me pregunté, con mi mentalidad utilitarista, si merecía la pena esa caminata e ir tan lejos para “cuatro gatos”. Tampoco es que me hiciera mucho problema, pero fue de esas veces que te da por cuestionar las cosas.

Tras la misa, el misionero me fue presentando a la gente. “Este es que aquí..., se llama así..., es catequista..., etc.”. Y me presentó a un señor, tendría unos setenta años o más, que había andado más de 25 km para venir a la celebración. Entonces me dio vergüenza haber tenido esos pensamientos y me quedé maravillado ante la fe de aquel hombre. A veces decimos que ese tiene mucha fe o poca. ¿Cómo se mide la fe? Resulta difícil decirlo, pues solo Dios puede juzgar el corazón de cada uno. Pero, si se pudiera medir con precisión, para mí está claro que la fe se mediría en kilómetros. ¿Tendría yo esa fe para caminar tantos kilómetros para celebrar la eucaristía?

¿Cuántos kilómetros estarías dispuesto a caminar tú para dar una buena noticia que sabes que puede hacer plenamente feliz a quién la oiga?


Oramos todos juntos con la oración del DOMUND que nos está repartiendo el profesor (esperamos un poco para que todos tengan la oración):

Señor, ¿a quiénes nos falta

por invitar a tu fiesta?

Guía nuestros pasos hacia ellos

e "inspíranos el gesto

y la palabra oportuna",

para que puedan descubrirte

a través de nuestra cercanía,

nuestra ternura, nuestra compasión

y nuestro anuncio de esperanza.


Te pedimos de un modo especial

por todos los misioneros y misioneras

que te anuncian entre los más pobres.

Haz que juntos, ellos y nosotros,

apoyados en la oración, pegados a Ti,

llevemos incansablemente al mundo

tu invitación al Banquete de la fraternidad,

al que nos congrega cada domingo

y al que no tendrá fin, en el cielo.


Santa María de la fiesta de bodas,

ruega por nosotros. Amén.


Le damos gracias a Dios por todas las personas que se atreven a salir cada día a los cruces de los caminos para invitar al banquete.

Pedimos también por nuestra compañera [nombre y curso] que hoy cumple años.


Al finalizar la oración os entregarán también un sobre, para que los misioneros como Álvaro Rodríguez Jover puedan llevar a cabo su misión es necesaria la colaboración de todos. Por eso en estos días la Iglesia nos pide una aportación económica para sostener las misiones. Podéis devolver el sobre durante la semana a los tutores y la haremos llegar.


Terminamos la oración EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO…




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