ORACIÓN DE LA MAÑANA (3º a 6º EP) - 7 DE ABRIL

 ¡Buenos días! 

Nos serenamos, hacemos silencio por dentro y por fuera, no permitas que nada ni nadie te distraiga en este momento tan importante. 

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios. 

Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos despacito… (3 veces) 

Cae en la cuenta de que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y esperando que también lo escuches a Él. 

Y ahora, que nos encontramos tranquilos y serenos, podemos comenzar nuestra oración de la mañana: 

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO… 

Comenzamos la mañana escuchando el Evangelio de ayer, domingo:

Un día los escribas y fariseos le preguntaron a Jesús: - Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La Ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú, ¿qué dices? Pero Jesús, les dijo: - El que esté sin pecado, que tire la primera piedra. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó: - Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: - Ninguno, Señor. Jesús dijo: - Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.

Piensa en aquellas personas que te han hecho daño… ¿Qué has hecho tú? ¿Les has criticado con tus amigos? ¿Has buscado que tus amigos dejaran de hablarles? Eso es lo que buscan los escribas y fariseos para la mujer que se ha equivocado.

¿Les perdonas? ¿Les das una nueva oportunidad porque sabes que tú también cometes errores? Eso es lo que nos pide Jesús que hagamos en este Evangelio

Terminamos nuestra oración pidiéndole a María que nos enseñe a mirar con los ojos del amor. Dios te salve, María…

Beato Marcelo Spínola, acompáñanos en nuestro caminar.

María, Virgen de Loreto, llévanos a Jesús.