ORACIÓN DE LA MAÑANA (3º A 6º EP) - 24 DE OCTUBRE DE 2025

¡Buenos días! 

Nos serenamos, hacemos silencio por dentro y por fuera, no permitas que nada ni nadie te distraiga en este momento tan importante. 

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios. 

Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos despacito… (3 veces) 

Cae en la cuenta de que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y esperando que también lo escuches a Él. 

Y ahora, que nos encontramos tranquilos y serenos, podemos comenzar nuestra oración de la mañana: 

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO… 

 

Hoy empezamos la oración de la mañana con este fragmento del Evangelio de San Lucas:

     Y Jesús les dijo esta parábola:
     Uno tenía una higuera plantada en su viña, fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.

     Dijo entonces al viñador:

     “Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”.
     Pero el viñador respondió:
     “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”».
 

     En este fragmento del Evangelio, Jesús nos cuenta la historia de una higuera que no daba fruto. El dueño quería cortarla, pero el viñador le pidió un poco más de tiempo para cuidarla y ayudarla a crecer.

     Esta parábola nos enseña que Dios es paciente con nosotros. A veces, no hacemos las cosas tan bien como deberíamos, pero Él nos da nuevas oportunidades para mejorar. Así como el viñador cuidó la higuera, Jesús cuida de nosotros con amor, y nos invita a dar buenos frutos: ser amables, ayudar, compartir y perdonar. Cada día es una nueva oportunidad para crecer y hacer el bien.
 
     Jesús, enséñanos a mejorar cada día, a ser pacientes, generosos y a hacer el bien con alegría y amor.

     Terminamos la oración rezando juntos: PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO…

 Beato Marcelo Spínola, acompáñanos en nuestro caminar.

María, Virgen de Loreto, llévanos a Jesús.
 
 

 

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