ORACIÓN DE LA MAÑANA (3º A 6º EP) - 4 DE DICIEMBRE DE 2025

¡Buenos días! 

Nos serenamos, hacemos silencio por dentro y por fuera, no permitas que nada ni nadie te distraiga en este momento tan importante. 

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios. 

Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos despacito… (3 veces) 

Cae en la cuenta de que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y esperando que también lo escuches a Él. 

Y ahora, que nos encontramos tranquilos y serenos, podemos comenzar nuestra oración de la mañana: 

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO… 

 

Comenzamos la mañana escuchando este cuento:

     En un pueblo muy pequeño, todos esperaban la llegada de un gran Rey. Los mayores limpiaban sus casas y adornaban las calles, pero Miguel, un niño curioso, pensó: “Yo quiero preparar algo especial para Él”.

     Cada día, Miguel ayudaba a todos los vecinos: llevaba agua a la anciana del final de la calle, recogía flores para la señora del puesto de frutas, arreglaba las aceras, pintaba las casas, ayudaba al cocinero….
     Cuando el Rey llegó estaba muy alegre de que el pueblo estuviera tan bonito. Fue preguntando a todos los habitantes qué había preparado cada uno, La Señora María le comentó que había puesto flores, Juan había arreglado las aceras, Carlos pintaba las fachadas de las casas, Carmen lleno tinajas con agua, Pedro preparó una gran comida… y lo que todos tenían en común es que nombraban a un niño que les había ayudado, Miguel.
     Entonces el Rey fue directo a él y le dijo: “El regalo más hermoso que he recibido es tu corazón lleno de amor”. Gracias por ayudar a todos y a cada uno de ellos, estar presente y cuidar mi llegada.

 

     En este tiempo de espera, Miguel decidió entregarse y dar su ayuda a todo el que lo necesitara.

     ¿Qué estás dispuesto a hacer tú en adviento?

 

     En este cuarto día de Adviento, colocamos un nuevo propósito:

Observa las huellas del Reino de Dios a tu alrededor. 

 

     Terminamos la oración rezando juntos: PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO…

 Beato Marcelo Spínola, acompáñanos en nuestro caminar.

María, Virgen de Loreto, llévanos a Jesús.
 

 


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