ORACIÓN DE LA MAÑANA (EI, 1º Y 2º EP) - 4 DE DICIEMBRE DE 2025

¡Buenos días! 

Nos serenamos, hacemos silencio por dentro y por fuera, no permitas que nada ni nadie te distraiga en este momento tan importante. 

Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos correctamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios. 

Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire, lo soltamos despacito… (3 veces) 

Cae en la cuenta de que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y esperando que también lo escuches a Él. 

Y ahora, que nos encontramos tranquilos y serenos, podemos comenzar nuestra oración de la mañana: 

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO… 

 

Comenzamos la mañana con el propósito de hoy que dice así:

     “Observa las huellas del Reino de Dios a tu alrededor”

     Este propósito significa que, aunque no podamos ver a Dios con los ojos, sí podemos ver las señales de que Él está cerca cuando pasan cosas buenas. Es como cuando en la arena de la playa ves huellas y sabes que alguien ha pasado por allí, aunque no lo hayas visto.

     Las huellas del Reino de Dios aparecen cada vez que alguien hace algo con amor. Por ejemplo, cuando un amigo comparte sus juguetes, cuando ayudas a recoger sin que te lo pidan, cuando das un abrazo a alguien triste, cuando dices palabras bonitas que hacen sonreír a los demás o en los momentos que te sientes querido.

     También puedes ver las huellas de Dios en cosas bonitas que Él creó: en el sol que te calienta, en las flores que huelen bien, en los animales que cuidan de sus crías.

     Así que, cuando escuches “observa las huellas del Reino de Dios”, piensa que se trata de abrir bien los ojos y el corazón para descubrir el amor y la alegría que Dios va dejando en cada momento del día. 

 

     Con este propósito, piensa una cosa que puedes hacer hoy.

 

     Terminamos la oración rezando juntos: DIOS TE SALVE MARÍA…

 Beato Marcelo Spínola, acompáñanos en nuestro caminar.

María, Virgen de Loreto, llévanos a Jesús.